El 8 de febrero de 1964, la Hermandad recibe de parte de la Autoridad Eclesiástica, el título de “Sacramental”, sin perder por ello su condición penitencial. Por este motivo deberá redactar nuevas reglas, siendo aprobadas a finales de ese mismo año.

Como dato curioso hay que hacer constar que al día siguiente de recibir el título, el 9 de febrero, la Hermandad abandona Santa María Magdalena para recalar en la nueva parroquia provisional de Nuestra Señora del Amparo y San Fernando. Desde ese momento y hasta que deja dicho templo por su estado ruinoso, la imagen del Señor tuvo a sus pies el Sagrario con su Divina Majestad.

Hasta bien avanzada su estancia en la que es su sede definitiva, la Parroquia Nuestra Señora del Rocío y siendo su director espiritual D. Agustín Gómez Jurado, no se vincula oficialmente la sacramentalidad a dicha Parroquia.

Es un fin primordial de la Hermandad el fomento del culto a Dios Nuestro Señor en la Eucaristía. El promotor sacramental, tercer cargo en importancia dentro de la junta de gobierno, es el responsable de velar por el cumplimiento de este mandato. Así celebramos cada año la festividad del Corpus Christi en honor y gloria de Jesús Sacramentado, mediante Triduo, Función Solemne y Procesión por las calles de la feligresía.