HÁBITO DE LOS HERMANOS NAZARENOS

1. Los miembros de la Hermandad que participen en la Estación de Penitencia como nazareno, vestirán hábito compuesto de:

a) Túnica y capa blanca. En la delantera de la túnica y en las bocamangas, lucirá botonadura de terciopelo morado-burdeos en los tramos del Señor y verde en los de la Virgen. En la capa y sobre el hombro izquierdo llevará el Escudo bordado de la Hermandad.

b) Antifaz de terciopelo morado-burdeos en los tramos del Señor y verde en los tramos de la Virgen, con capirote de 70 centímetros de alto en adultos. En el antifaz, en su parte delantera a la altura del pecho, la cruz trinitaria, representada sobre cuadrado blanco de lana.

c) Cíngulo trenzado de seda en color rojo ciñendo la cintura con doble vuelta, anudado a la izquierda, con pasador y borlas moradas.

d) Guantes blancos de algodón, medias o calcetín blanco y sandalias negras. También se podrá realizar la Estación de Penitencia sin calzado.

e) Portará al cuello la medalla de la Hermandad.

2. La indumentaria de monaguillas y monaguillos estará compuesta por:

a) Hasta los diez años de edad: túnica blanca, roquete blanco y esclavina de terciopelo con la cruz trinitaria en su izquierda, morada-burdeos en el Señor y verde en la Virgen.

b) A partir de los diez años: túnica blanca, ceñida a la cintura por el cíngulo de la Hermandad y esclavina en terciopelo, al igual que los botones, en color morado-burdeos en el Señor y verdes en la Virgen, con la cruz trinitaria en su izquierda.

3. De manera especial y haciendo uso de los privilegios que la Hermandad ostenta por su carácter trinitario, los nazarenos manigueteros del paso del Señor vestirán el hábito de la Orden. También podrán usarlo los monaguillos para los cultos internos o externos, en las ocasiones que la Junta de Gobierno considere oportunas. Dicho hábito consta de los siguientes elementos: túnica blanca sin botonadura con ceñidor blanco, escapulario blanco con la cruz trinitaria al frente, antifaz blanco sin capirote para nazarenos y esclavina blanca para monaguillos, guantes blancos de algodón para ambos y sandalias negras con calcetín blanco.

NORMAS DE LA ESTACIÓN DE PENITENCIA

Podrán realizar Estación de Penitencia vistiendo el hábito de nazareno, todos los miembros de la Hermandad que se encuentren con capacidad física suficiente y cumplan con las obligaciones que dictan las Reglas. Los menores de edad irán acompañados por una persona debidamente acreditada.

El hábito se ajustará a lo prescrito en la regla número 8 apartado 1, quedando expresamente prohibido cualquier signo externo que no forme parte del hábito.

Se dirigirán al Templo por el camino más corto y solo con la antelación suficiente para llegar a la hora fijada. No podrán andar por las calles vagando, detenerse, ni entrar en parte alguna.

Estarán en el Templo a la hora señalada, mostrando su papeleta de sitio y descubriéndose ante la Mesa de Disciplina, que podrá requerir el Documento Nacional de Identidad o equivalente, en los casos que se estime oportuno. Seguidamente, se dirigirán a realizar una oración ante Nuestros Amados Titulares y a continuación irán al lugar reservado a su tramo. Quienes llegasen al Templo una vez formado el tramo, perderán el derecho a ocupar el puesto determinado en la lista de la cofradía.

Los menores estarán en el interior del templo a cargo de las personas responsables que se designen, sin que puedan estar acompañados por el familiar acreditado, que sí podrá acceder al Templo al finalizar la Estación de Penitencia.

Aquellas personas, menores o mayores de edad, que requirieran un trato diferenciado por presentar necesidades especiales, deberán comunicarlo a la Diputación Mayor de Gobierno o a otro miembro de Junta de Gobierno con la suficiente antelación y siempre antes del Domingo de Ramos.

Una vez ocupado su sitio en la Cofradía, el hermano o hermana no lo abandonará mientras dure la Estación de Penitencia. En caso de indisposición lo indicará al diputado o diputada de su tramo.

Si la indisposición fuera de tal naturaleza que tuviese que abandonar definitivamente su sitio, lo hará de forma adecuada para no regresar más.

Queda terminantemente prohibido ceder el lugar en la cofradía, estando obligados a descubrirse el rostro cuando fuera requerido para ello durante la Estación de Penitencia por el Director Espiritual, Hermano/a Mayor, miembro de Junta de Gobierno o Diputado/a de Tramo o de Gobierno. En todo momento deberán guardar compostura, centrando su atención en el acto de culto al que concurren, sin retirarse de su sitio, ni se ocuparán de encender el cirio si se le apaga, de lo que cuidará la Diputación de Orden.

Las incidencias o deficiencias que cualquier miembro de la Hermandad observe durante la Estación de Penitencia, podrán ser trasladadas con posterioridad a la Junta de Gobierno.