Nuestro Padre Jesús Cautivo fue esculpido por el insigne imaginero umbreteño D. Antonio Illanes Rodríguez, en el año 1939. Es una imagen de talla completa y tamaño natural, realizada en madera de ciprés la cabeza, manos y pies y pino-flandes el resto del cuerpo. Destaca su tez morena, la caída de sus cabellos, la inclinación de su cabeza, la majestad de su figura y la perfección de sus manos. La imagen se encuentra en actitud caminante e inspira gran humildad y paciencia ante el abandono de sus discípulos.
La advocación de Jesús Cautivo, tiene su origen en las circunstancias que rodeaban a las personas que fundaron esta Hermandad y los acontecimientos de aquella dura época, ya que fueron cautivos y mutilados durante la contienda civil.
El día 4 de Septiembre de 1.939, se formaliza el contrato para su ejecución, firmando de una parte D. Antonio Illanes y por la Hermandad: D. José Varela Jurado, como Hermano Mayor y D. José Pérez Iborra como Tesorero. El precio establecido fue de 6.000 pesetas.
Es muy particular y excepcional la iconografía representada por la magnificente talla, en la que no son visibles muestras de sangre por su rostro. Ni la “hematohidrosis” causada por la ansiedad y el estrés sufrido durante la oración en el huerto, ni los primeros tormentos infringidos por la soldadesca para ser presentado al pueblo como “Ecce Homo”, marcan la cara del Señor.
En nuestra imaginación siempre quedará la incógnita de saber cuál es ese momento exacto, representado por la imagen que para nosotros más se parece a “El Maestro”. Quizás podamos soñar que fue tan dulcísima la mirada que realizó para el Señor D. Antonio, que no pudo marcarle el rostro con muestras de sufrimiento y martirio alguno, para que sólo fuera el Amor, lo que vieran en sus ojos las generaciones venideras.